Rafael Samper

El paisaje interior y el exterior
se solapan en un territorio com�n. Unas veces con los ojos cerrados dirigimos
la mirada hacia dentro y otras,
dibujando, hacemos aflorar nuestro
paisaje en forma de im�genes, para que adquieran un color mas vivo al entrar en
contacto con el mundo.
En este lugar de solapamiento, del
dentro y el fuera, lugar de or�genes, es donde se encuentran las
pinturas-dibujo de Sue Melikian. Son capas de pintura donde aparecen por
raspado f�siles de conchas marinas o, construidos con aves y flores, por
desvelamiento se nos muestran los estados del alma.
Yo tambi�n he cerrado los ojos, he
sentido que me tomaban de la mano y me guiaban paseando por un camino donde un
corte en la monta�a dejaba ver sus
estratos. Despu�s he llegado a un vasto espacio donde conviv�an ruinas y
construcciones. En la superficie se segu�a trabajando en nuevas obras, se
utilizaban materiales ya existentes que pertenec�an a las �ltimas ruinas y
otros nuevos fabricados para la ocasi�n; pero dado que los anteriores
constructores hab�an actuado de la misma forma sal�an a la luz al excavar para
realizar una cimentaci�n, algunos elementos arquitect�nicos de capas profundas.
La humanidad est� en obras y en
los sedimentos de los paisajes internos y exteriores de las obras de Sue
Melikian est�n los restos f�siles de vidas pasadas. En la superficie hay
siempre un espacio vac�o que convoca a los que vivimos en el presente
style="mso-spacerun: yes"> a seguir construyendo, no tanto para
formar parte de un inventario futuro, como para perseverar en la invenci�n, a
pesar de las presiones y de los efectos de la dominaci�n, siempre dispuestos a
amenazar su existencia.
La historia no ha terminado, no ha
llegado a su fin. Es posible que pase por momentos tr�gicos, o de injusto
reparto, pero solo hay un porvenir para todos y ser� mejor que empecemos a
pensar como compartirlo.
Translator: Ippy Patterson
There is a territory where
interior and exterior landscapes overlap. At times, eyes closed, we look
inwards; at other times, while drawing, we look outward and make our landscape
bloom with images that attain an even more brilliant color as they meet the
air.
The drawings/paintings of Sue
Melikian Steinsieck are to be found in this overlapping place of creation.
Seashells, birds and flowers emerge from layers of pigment, and as they are
unveiled we witness the states of the soul.
I too, have closed my eyes and
have felt myself led by the hand along a mountain path to an excavation that
reveals the underlying strata; I arrive at a vast space where ruins and
construction coexist. Here, new
work continues, constructed out of the remains of previous ruins and out of newer
material made for the occasion; as the work follows principles and methods of
ancient builders, the architectural elements arise from a great depth.
The fossil remains of past lives
are found in the sedimentary beds of the interior and exterior landscapes of
Sue Melikian Steinsieck’s work. On her surfaces there is always an empty space
that compels the living to continue building, not so much to be a part of a
future inventory but so as to persevere in invention, despite the pressure and
effects of nature, always ready to threaten one’s existence.